Abrimos el Blog a las colaboraciones externas. Publico a continuación un articulo que hace algunos dias me envió nuestro amigo Francisco O. Campillo, a quien enviamos un cordial saludo.
No hay alternativa
El siglo pasado constituyó una lección magistral de la capacidad del ser humano para alcanzar las más bajas cotas de la ignominia: los campos de exterminio nazi, el gulag soviético, la revolución cultural china… ¿para qué seguir? Ya hemos demostrado sobradamente que somos la especie que más destaca en la capacidad de destrozar a sus congéneres. Por si todo lo anterior no fuese suficiente, estamos condenando al hambre a miles de millones de seres humanos que no han cometido más delito que nacer en el lugar erróneo en el momento equivocado.
Y ahora, hemos descubierto que cualquiera puede causar un daño inmenso y que para ello no es precisa una tecnología extraordinaria ni alcanzar el poder. El atentado contra las Torres Gemelas y, mucho más cercano a nuestras casas, las bombas en los trenes del 11 de marzo, son dos ejemplos de la capacidad de inflingir dolor que tiene el fanatismo desbocado. No se trata de justificar el terror, pero no debemos olvidar que la injusticia alimenta demasiadas veces a la violencia.
Hoy, los homínidos –uso este término para ver si se nos bajan un poquito los humos- generamos los recursos suficientes que nos permitirían a todos –y todas- mantener una existencia digna. Así que no existe ninguna alternativa: el siglo XXI será el siglo de la Solidaridad o no habrá un siglo XXII. No pretendo ser alarmista, ni muchísimo menos. Tal vez todo sea tan simple como que nuestro modelo de sociedad es una verdadera porquería y que, por tanto, debe extinguirse. Sin embargo, tengo la íntima convicción de que estamos muy cerca de dar un paso decisivo en el progreso de la Humanidad… y conseguir un mundo mejor y más justo.
¿Cómo podemos conseguir ese objetivo? Lo siento, éste es sólo un post en la blogosfera. Ya me doy por satisfecho si has leído hasta aquí y te cuestionas tu actitud. Yo, por mi parte, lo tengo claro, y como mínimo, no guardaré el silencio de los bondadosos que denunció en su día Martin Luther King.
Francisco O. Campillo
Francisco O.Campillo es autor del Blog "Caminando en el desierto"
Saludos.
5 comentarios:
También yo mantengo la esperanza de que se avecina un cambio radical a mejor; aunque sea porque no hay otra alternativa para seguir evolucionando como especie. Pero debemos estar preparados para este cambio, y la mejor forma de estarlo es empezar ya a mostrar más solidaridad por los necesitados y mayor amor al prójimo, sea éste quien sea.
Un abrazo.
Estoy con Pedro.
Creo que se avecinan cambios importantes en la concientización y en la toma de acciones.
Cada día se escuchan más voces, y son más los que no quieren vivir el letargo de perder la capacidad de asombro ante lo que se está viviendo.
Un abrazo
Gizz
gran entrada Francisco. Ojala los cambios lleguen pronto. Un abrazo.
Ojalà èste sea el siglo de la Solidaridad, o no habrà XXII.
Yo tampoco guardarè el silencio de los bondadosos.
Conciso y excelente post Francisco.
Enhorabuena
Estimados amigos de Manifiesto por la Solidaridad:
he montado un enlace en un pequeño texto que publico hoy, con destino este blog.
Espero que no quede ninguno de mis amigos sin conocerlo.
Saludos a todos los "solidarios"
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