Cuando era más joven y aun creía que podía cambiar ciertos conceptos por muy arraigados que estos estuvieran, intente teorizar sobre el subir o el bajar. Al más puro estilo de Epi y Blas con cerca o lejos, arriba o abajo. Mi ejemplo, sacado de la manga del prestidigitador que nunca fui, consistía en defender que era lo mismo el subir como el bajar. Siendo el resultado, igual. Puesto que si uno subía, en algún momento debería de bajar y si uno bajaba, en otro momento debería de subir. Por lo tanto, el orden de los factores no alteraba el producto.
En fin… cosas de niños sustentados por la imaginación, que como ya expliqué en otras ocasiones, estaban avaladas por la lectura, tanto de tebeos, como de mis primeros libros.
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"Pensamientos apáticos"
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1 comentario:
Nada da igual a no ser que lo hagamos coincidir.
Mi reflexión es que en un mundo material finito solo es posible una evolución cualitativa. Ser mejores tiene pues mas futuro que ser muchos, tener menos no significa ser menos.
Un saludo
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