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sábado, 11 de diciembre de 2010

Globalización e intereses estratégicos: amenaza para la supervivencia de los pueblos indígenas



                                                                La foto es de Airín en flickr

La base de la lucha contra la pobreza extrema que amenaza a miles de pueblos indígenas tiene su base en el reconocimiento al derecho a la tierra. No como un derecho a la propiedad privada, sino como un bien de la comunidad para vivir en armonía.

Este año ha comenzado la recogida de varios años de siembra para que se reconozcan los derechos que reclaman los pueblos indígenas en el plano internacional. Temas como la libre determinación, el bienestar de los pueblos por medio del respeto hacia tierras ancestrales, la salud y los derechos humanos ya no son monopolio del hombre “civilizado” en el marco del “Estado moderno”.

Mirna Cunningham, mujer indígena, doctora y antigua rectora de la Universidad Regional de la Costa Caribe de Nicaragua, presentaba en Naciones Unidas el informe que materializa años de esfuerzo y que sienta las bases para que miles de pueblos indígenas en todo el mundo puedan mantener sus señas de identidad y sobrevivir.

Estos pueblos han conseguido un foro internacional permanente para que puedan participar y convertirse en protagonistas de su propio destino. Han conseguido que se aprobara la Declaración de derechos de los pueblos indígenas, que puede servir a la sociedad civil, a los Estados y a estos pueblos ancestrales a sentar unas bases de convivencia que permita el diálogo y un mutuo enriquecimiento.

La lucha por el bienestar y la erradicación de la pobreza están entre los principales objetivos de muchos pueblos indígenas diezmados por enfermedades, marginación y el desarraigo que para ellos supone la desvinculación de sus tierras por medio de realojamientos.

La globalización moderna amenaza la supervivencia de estos pueblos, asentados muchas veces en tierras “estratégicas” para la extracción de riquezas naturales que alimentan el modelo de desarrollo de la economía de mercado.
La película Avatar aborda esos realojamientos con violencia a los que muchos gobiernos en todo el mundo han recurrido para esquilmar materias primas codiciadas en los mercados. Incapaces de considerarse “entes” separados de la tierra en la que conviven, muchos pueblos han rechazado las ofertas “pacíficas” de realojamiento que les ofrecen sus gobiernos, presionados por grandes multinacionales que controlan el mercado de las materias primas y el comercio internacional.

Así ha surgido una violencia teñida de política en la que se acusa a los líderes indígenas de “subversivos izquierdistas” y de saboteadores del “desarrollo” de la “nación”. En los últimos años, se ha conocido el empleo de violencia extrema contra pueblos indígenas en Malasia, Indonesia, Tailandia, Rwanda, Burundi, Uganda, el Congo belga, Brasil, Colombia, en la Selva Lacandona en México y en otros países. En algunos casos, tribunales internacionales han planteado si se trata de genocidio con el fin de eliminar a pueblos enteros que se “interponen” en la carrera del “desarrollo”.

Los realojamientos han roto el vínculo con el entorno natural que los rodeaba. Se alimentaban del fruto de la tierra a la que ellos pertenecen (no conciben que la tierra pueda pertenecer al hombre); de sus plantas obtenían la medicina que ahora grandes multinacionales patentan; en esa tierra encontraban un vínculo espiritual con sus ancestros por medio de ritos iniciáticos. No sólo han sufrido desarraigo, sino que padecen empobrecimiento y amenaza a su seguridad alimentaria al encontrarse donde “no se hallan” y en tierras que no suelen dar los mismos frutos.

Para sobrevivir, millones de personas se ven obligadas a emigrar a las grandes ciudades, el primer paso hacia la pobreza extrema, la pérdida de sus raíces, de su alimentación y de sus costumbres que buscaban el equilibrio y el bienestar de la comunidad. El mundo pierde así la riqueza que suponen la diversidad cultural y las tradiciones de muchos de estos pueblos, forzados a trabajar en condiciones de esclavitud en tierras a las que antes pertenecían y que ahora están en manos de terratenientes porque lo dicen unas escrituras.

El reconocimiento del derecho comunitario de los pueblos indígenas a la tierra mitigaría estos factores de empobrecimiento, además de que podría favorecer el comercio de pequeños excedentes y formar parte de la cadena comercial.

El equilibrio protege el sustento de muchos pueblos. Mantiene el vínculo con la tierra, que está en la base de su supervivencia. El hombre moderno puede aprender que se puede vivir con menos y sin agredir al planeta, que depende de un desarrollo sostenible en momentos de catástrofes medioambientales y de terremotos financieros por modelos ciegos de especulación. Por esta razón, los pueblos indígenas piden un diálogo desde Naciones Unidas.

Artículo de Carlos Miguélez Monroy, periodista y coordinador del Centro de Colaboraciones Solidarias.

PD:
Clic: actúa con Amnistía Internacional

Abrazos de Antonio Aguilera

9 comentarios:

Neogeminis Mónica Frau dijo...

Excelente artículo. Muchas gracias por difundirlo.
saludos.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Reconocer el derecho a la tierra de las comunidades indígenas no sólo es restablecer la justicia sino también restablecer la armonía con la naturaleza.

Quebrantando el Silencio dijo...

Magnífico post. Es de vital importancia el reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas para lograr un mundo más justo. Habrá que esperar como responden las grandes corporaciones porque de buenas intenciones sólamente no se vive.
Un saludo.

EL PACIENTE BIPOLAR dijo...

WOW!!!!!! EXCELENTE TU BLOG, GENIAL ESTA ENTRADA!!! DE VERDAD TE FELICITO, ME GUSTA EL CONCEPTO QUE LE IMPRIMES A CADA DETALLE Y TE INVITO A QUE TE PASES POR MI NOSTÁLGICO, OSCURO, TRISTE Y DEPRESIVO BLOG DE INVIERNO BIPOLAR PARA QUE ME DES TUS MAS SINCERAS IMPRESIONES AL RESPECTO. DESDE HOY TE SIGO. TE ESPERO POR EL MIO ...

www.juancarlosmcdonald.blogspot.com

Unknown dijo...
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DIÁDOCO dijo...
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misticaluz dijo...

Mis mejores deseos para este 2011, donde los sueños se puedan cumplir y la armonía invada los corazones!!

Un fuerte abrazo!!


Que en este año que comienza, se cumplan tus mejores sueños. Deseándote lo mejor, recibe el año nuevo 2011 con salud, fuerza, ilusión y mucho Amor.

Feliz 2011

Un fuerte abrazo!!!
Beatriz


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Dr. Desastre dijo...

Acabo de descubrir el blog y me ha parecido muy interesante y en especial este artículo, muy importante el manifestar la importancia de pueblos que para muchos no son importantes y lo que es más triste, para algunos ni siquiera existen.

Os invitamos a nuestro blog, somos un estudiante de medicina y otra de psicología donde contamos historias curiosas/interesantes que nos han ocurrido con los pacientes. Os seguimos desde ya!!!

http://elpacienteytu.blogspot.com

Anónimo dijo...

Excelente artículo. Cuanto mas nos acercamos al colapso de nuestro sistema económico, mas patente se hace el valor del legado cultural y antropológico de los pueblos indígenas, así como sus modelos de gestión de la riqueza biológica. Sus modos de vida refutan el carácter inevitable y único de nuestro modelo económico, que utiliza la ciencia como barniz de amoralidad para sus fechorías y sus crímenes contra la humanidad, tal y como hiciera el régimen nazi.
Cuanto mayor es la concentración de poder, menor es la responsabilidad que se exige. La falta del color del dinero, la falta de responsabilidad frente a las acciones y la falta de límites en la concentración de poder, es lo que convierte a organizaciones criminales en grandes empresas, a las grandes empresas en organizaciones criminales y a la economía en la imposibilidad de distinguir entre ambas.