BLOG DEL MANIFIESTO POR LA SOLIDARIDAD

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sábado, 5 de septiembre de 2009

OPORTUNIDAD PARA EL PEQUEÑO AGRICULTOR

Hola amigos:

Hace dìas que leì en prensa el artìculo que publico a continuaciòn. Personalmente creo que es una muy buena noticia......, siempre que las buenas intenciones que se anuncian.....no queden en agua de borrajas.

Un abrazo

Oportunidad para el pequeño agricultor
JEFREY D. SACHS 23/08/2009


La iniciativa del G-8 de destinar 20.000 millones de dólares a las pequeñas explotaciones agrícolas, lanzada en la reciente reunión de ese grupo en L'Aquila (Italia), es un potencial hito histórico en la lucha contra el hambre y la pobreza extrema. Con una gestión seria de los nuevos fondos, la producción de alimentos en África se disparará. De hecho, la nueva iniciativa, combinada con otras en materia de salud, educación e infraestructuras, podría ser el mayor paso hasta ahora para lograr los objetivos de desarrollo del Milenio, el esfuerzo internacionalmente acordado para reducir a la mitad la pobreza extrema, la enfermedad y el hambre en 2015, a más tardar.

La historia demuestra que dar semillas y fertilizantes a pequeños agricultores es una diferencia duradera

Durante el periodo 2002- 2006, yo dirigí el Proyecto del Milenio de Naciones Unidas, encaminado a lograr esos objetivos de desarrollo impulsado por el entonces secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan. Una de las piedras angulares del proyecto eran los "agricultores con pequeñas explotaciones", es decir, familias de agricultores de África, América Latina y Asia: explotaciones agrícolas de una hectárea, aproximadamente, o menos. Se trata de algunos de los hogares más pobres del mundo y también -cosa que resulta irónica- algunos de los más hambrientos, pese a ser productores de alimentos.

Pasan hambre porque carecen de la capacidad para comprar semillas de gran rendimiento, fertilizantes, equipos de riego y otros instrumentos necesarios para aumentar la productividad. A consecuencia de ello, su producción es escasa e insuficiente para su propia subsistencia. Su pobreza causa poca productividad agrícola y ésta intensifica su pobreza. Es un círculo vicioso, técnicamente denominado la "trampa de la pobreza".

El equipo de tareas del Proyecto del Milenio de las Naciones Unidas sobre el hambre, dirigido por dos científicos de prominencia mundial [M. S. Swaminathan y Pedro Sánchez], examinó posibles formas de superar ese círculo vicioso. El equipo de tareas sobre el hambre concluyó que si se concedía ayuda a los agricultores con pequeñas explotaciones en forma de insumos agrícolas, África podía aumentar sustancialmente su producción de alimentos. El Proyecto del Milenio recomendó un gran aumento de la financiación mundial para ese fin. A partir de esa labor y conclusiones científicas conexas, Annan lanzó un llamamiento en 2004 en pro de una revolución verde africana, basada en una asociación ampliada entre África y los países donantes.

Muchos de nosotros, en particular el actual secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, hemos trabajado denodadamente para hacerlo posible y Ban ha subrayado repetidas veces la emergencia especial provocada por las crisis alimentaria, financiera y energética mundiales de los dos últimos años. El anuncio del G-8 refleja esos años de esfuerzo y, naturalmente, los impulsos dados al respecto por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama; el primer ministro español, José Luis Rodríguez Zapatero; el primer ministro australiano, Kevin Rudd; el presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick; el comisario europeo Louis Michel; el diputado del Parlamento Europeo Thijs Berman y otros.
Ahora la clave está en hacer que ese esfuerzo dé resultado. Las lecciones de la historia son claras. Brindar semillas y fertilizantes a agricultores con pequeñas explotaciones a precios en gran medida subvencionados -o incluso gratuitamente en algunos casos- constituirá una gran diferencia duradera. No sólo aumentarán las cosechas de alimentos a corto plazo, sino que, además, los hogares de agricultores utilizarán sus mayores ingresos y mejor salud para acumular toda clase de activos: saldos de efectivo, nutrientes para la tierra, animales de granja y salud y educación de sus hijos.
Ese aumento de los activos permitirá, a su vez, a los mercados crediticios locales, como, por ejemplo, el de la microfinanciación comenzar a funcionar. Los agricultores podrán comprar insumos, ya sea con su propio dinero o mediante préstamo gracias a su solvencia crediticia.

Ahora se ha logrado un consenso sobre la necesidad de ayudar a las pequeñas explotaciones, pero siguen existiendo obstáculos. Tal vez el riesgo mayor sea el de que las "burocracias de la ayuda" se disputan para intentar conseguir una buena tajada de los 20.000 millones de dólares, con lo que gran parte de estos millones se irían en reuniones, consultas de expertos, gastos generales, informes y más reuniones. Las "asociaciones" de donantes pueden llegar a ser un oneroso fin en sí mismas, con lo que simplemente retrasan la aplicación de las medidas reales.
Si los Gobiernos donantes quieren de verdad obtener resultados, deben dejar de poner el dinero en manos de treinta o más burocracias distintas y juntarlo en uno o dos lugares, el más lógico de los cuales sería el Banco Mundial, en Washington, y el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), en Roma. Uno o dos de esos organismos tendrían entonces una cuenta con varios miles de millones de dólares disponibles.

Después, los Gobiernos de regiones azotadas por el hambre, en particular de África, presentarían planes nacionales de acción que facilitarían los detalles sobre cómo utilizarían los fondos de los donantes para brindar semillas de gran rendimiento, fertilizantes, riego, herramientas agrícolas, silos de almacenamiento y asesoramiento local a los agricultores empobrecidos. Un grupo de expertos independiente examinaría los planes nacionales para comprobar su coherencia científica y de gestión. En el caso de que un plan fuera aprobado, se desembolsaría rápidamente el dinero para apoyarlo. Después, cada uno de los programas nacionales sería supervisado, auditado y evaluado.

Ese método es sencillo, eficiente, responsable y científicamente sólido. Dos recientes ejemplos de éxito en materia de ayuda han utilizado ese método: la Alianza Mundial para el Fomento de la Vacunación y la Inmunización, que consigue inmunizar con éxito a niños pequeños, y el Fondo Mundial de Lucha contra el sida, la tuberculosis y la malaria, que apoya los planes nacionales de acción para luchar contra esas mortíferas enfermedades. Los dos han salvado millones de vidas durante el pasado decenio y han preparado el terreno para un método más eficiente y científicamente sólido de asistencia para el desarrollo.

No es de extrañar que muchos de los organismos de Naciones Unidas y de los organismos de ayuda de los países ricos se opongan a ese método. Con demasiada frecuencia, lo que se disputan es el territorio y no la forma más eficaz de acelerar la llegada de la ayuda a los pobres. Así, pues, Obama, Rudd, Zapatero y otros dirigentes innovadores pueden obtener unos resultados mucho mejores cumpliendo sus promesas en el G-8 e insistiendo en que la ayuda dé de verdad resultados. Hay que saltarse las burocracias y llevar la ayuda a donde se la necesita: en la tierra labrada por las familias de agricultores más pobres del mundo.

Jeffrey D. Sachs es profesor de Economía y director del Instituto de la Tierra en la Universidad de Columbia. Traducido por Carlos Manzano © Project Syndicate, 2009 www.project-syndicate.org

12 comentarios:

Alijodos dijo...

Ojala sea asi y no imperen los intereses por encima de la verdadera ayuda....un abrazo esperanzado...

Martine dijo...

... Tal vez el riesgo mayor sea el de que las "burocracias de la ayuda" se disputan para intentar conseguir una buena tajada de los 20.000 millones de dólares, con lo que gran parte de estos millones se irían en reuniones, consultas de expertos, gastos generales, informes y más reuniones...

Aqui radica el eterno problema, los intermediarios...

".. Hay que saltarse las burocracias y llevar la ayuda a donde se la necesita: en la tierra labrada por las familias de agricultores más pobres del mundo..."

¡Este es el reto y las promesas, cumplirlos, es lo que toca!
Y es de URGENTE cumplimiento.

Un beso, Antonio.

Gizela dijo...

Ojala, todo marche bien.
Ya es hora que las cosas cambien, para bien.
Es importante saltarse e ir eliminando las trabas burocráticas.
En juego esta la vida de millones.
Gizz

Myriam dijo...

Antonio, me alegraste el día con este artículo.

Esperemos que realmente la ayuda llegue a los pequeños agricultores de las zonas más carenciadas, qué es a dónde tiene que llegar y no se diluya en el camino.

¡Las cosas tienen que cambiar!

Cariños a todos.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Es la defensa de una forma de vida y de una oportunidad para tantos que lo necesitan.

Neogeminis Mónica Frau dijo...

Es mucho mejor este tipo de acciones que simplemente asumir el tema del hambre en el mundo como una cuestión de caridad.
El hecho de producir sus propios alimentos genera confianza y autoestima, además, la posibilidad de generar un excedente y echar a rodar los primeros engranajes de la producción.


saludos!

Neogeminis Mónica Frau dijo...

Dejo un enlace a un blog en el que participo donde se habla de un tema relacionado: las huertas comunitarias.

http://republicavirtual.wordpress.com/2008/05/06/huertas-comunitarias-en-rosario-argentina/

Nersa Roa de Alvarez dijo...

Un gran saludo y mis deseos porque este blog logre los premios donde participa, Siendo una alternativa de lectura y de dialogo permanente.
Extraordinario artículo (post ) para relacionar la problemática agrícola en los sectores POSTERGADOS, y las alternativas de apoyo económico , sin tanta traba para el pequeño agricultor y para quien posee un pedazo de tierra inactiva.
Estos dirigentes innovadores visionarios de un futuro de equidad y justicia social pueden conducir a grandes cambios y obtener resultados excelentes cumpliendo sus promesas en el G-8 e insistiendo en esta ayuda , la cual a mi manera de pensar debe ir acompañada de un cambio de conciencia colectiva de las poblaciones postergadas..Cito este extracto del post el cual es muy interesante y resume la intención
“Hay que saltarse las burocracias y llevar la ayuda a donde se la necesita: en la tierra labrada por las familias de agricultores más pobres del mundo"
Ahora a desear éxito y a pedir por el cumplimiento de la meta.

Pedro Estudillo dijo...

Estamos demasiado habituados a que las promesas de políticos se queden en nada.
Esperemos que esta sea una excepción.

Saludos.

Silvi (reikijai) dijo...

...Creo que tanto numero marea;(a los politicos)mejor sería bajar a lo concreto y no darles tiempo a pensar.Besitos.Silvi.

PABLO JESUS GAMEZ RODRIGUEZ dijo...

Me uno a los anteriores comentarios, amigo ANtonio.

Un abrazo.

Tomás Beldad dijo...

El otro día, no recuerdo si en radio en la prensa oí o leí (disculpen el lapsus pero me pareció importante y por eso lo comento a pesar de mi inexactitud para citar la fuente de la noticia)un comentario de alguien que matizaba sobre las ayudas a la agricultura en esos países y venía a decir que qué harán los agricultores con esas cosechas si no tenían luego infraestructuras (carreteras, camiones,almacenes, etc.) para poder trasladar a los mercados demandantes su producción.
Se me ocurre que pueden paliar el hambre en algunas zonas, que ya sería un gran paso y estaría justificada la inversión, pero, cómo generan riqueza si no venden sus productos.
Saludos.